20 Oct Conóceme un poco más…
Hola! Soy Raquel, creadora del Club WoW MoM para mujeres y madres que sentimos que necesitamos un lugar donde compartir nuestras experiencias y vivencias junto con otras mamás que están pasando por una situación similar y queremos crear lazos de apoyo y unión entre nosotras.
Aunque tengo dos hijos, Víctor de 15 años y Carlos de año y medio, considero que soy mamá primeriza por partida doble.
Mi primera maternidad me pilló jovencita y con un ideal que pronto acabó en cuanto empezó el postparto.
Me sentía sola a pesar de estar rodeada de gente los primeros días y más sola, después cuando mi marido se incorporó a trabajar tras su baja de paternidad.
Me sentía agobiada, cansada, perdida, no me reconocía y no sabía muy bien qué hacer con un bebé tan pequeño en aquello que el “instinto maternal” no me daba respuesta. Y lo peor de todo, culpable de sentirme así y no ser la madre que todos esperaban que fuera.
Con la vuelta a la vida laboral, la conciliación se convirtió en una utopía que lograba “apañar” a base de más horas extra en la escuela infantil para poder compaginar horarios.
Y en la desesperación de tener que enfrentarme día a día a todos estos retos de una maternidad real que nada tenía que ver con lo que nos habían contado, me encontré a través de las redes sociales con más mamás que estaban en el mismo punto que yo, que no nos daba la vida para más, que no llegábamos a todo, que necesitábamos hablar, salir, vestirnos de “no madre” y arreglarnos para nosotras mismas, y en definitiva, recuperar un poco de la vida que habíamos dejado atrás y sobre todo, divertirnos y relativizar todo desde el humor sin sentirnos culpables.
Contar con el apoyo de mi tribu, mis queridas “Puris” fue fundamental para dar un cambio en el modo de vivir mi maternidad y en definitiva, mi vida.
Tardé 13 años en decidirme a volver a ser madre no sin ser consciente de la que se me venía encima por la falta de conciliación, el sentirme juzgada por querer volver a ser madre a mi edad (41 años) y, además, en plena pandemia, y también sola porque a fin de cuentas había sido yo la que se había metido en este embolado teniendo ya la vida fácil con mi preadolescente. Pero a la vez, más segura y calmada que en mi primer embarazo por toda la experiencia vivida y la seguridad de que ahora tenía más información a mi alcance.
Pero la vida te da sorpresas y… cuando vuelves a pensar en tu maternidad ideal, te llega otro bofetón que te sitúa en la realidad de que no puedes controlar nada y tienes que adaptarte.
Así que, con 34 semanas de embarazo, me sometieron a una cesárea de urgencia y nació mi bebé prematuro y bajo de peso, algo para lo que tampoco te preparan ni en las clases de preparación al parto ni en ningún sitio, porque nadie te prepara para no sentir miedo, dudas y vivir en la incertidumbre constante.
Tras casi un mes en la UCIN, volví a encontrar otra “tribu” con las madres que allí estábamos y que íbamos acompañándonos en las largas horas que pasaban lentas, y compartiendo el proceso y avances de nuestros bebés, y sobre todo animándonos y contándonos todo aquello que averiguábamos que podía ayudarnos para cuando nos llevásemos a nuestro bebé a casa (ayudas, centros de atención temprana, ejercicios de estimulación para hacer en casa…)
Y me di cuenta de que las madres no estamos solas, somos unas grandes compañeras y formamos una comunidad increíble. Tan solo necesitamos un espacio para encontrarnos, para poner en común nuestras inquietudes, compartir experiencias y conocimientos y ayudarnos creando lazos fuertes.
Hoy quiero aprovechar mis experiencias como mujer y madre y brindarte ese lugar en el que te sientas acompañada y no juzgada por tu manera de maternar, que sientas que ya es hora de priorizarte y cuidar de ti en primer lugar sin sentirte culpable por ello. Y que, a la vez, puedas ayudar y apoyar a otras madres que están transitando por un camino que quizás tú ya has pasado.
Por todos estos motivos y para inspirarnos en crecer como mujeres y madres, te invito a formar parte de esta comunidad.
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